Plaza Porticada

Construida tras el incendio de 1941, la Plaza Porticada (oficialmente Plaza de Velarde) es una céntrica plaza empedrada rodeada de pórticos que compone uno de los espacios más emblemáticos de Santander.

Tras la completa destrucción del centro histórico de Santander durante el incendio de 1941, la ciudad tuvo que recomponerse para volver a ponerse en pie, y la Plaza Porticada fue uno de los majestuosos conjuntos arquitectónicos que surgirían en ese momento.

La plaza, de planta cuadrada, cuenta con un diseño sobrio inspirado en el de la aduana del siglo XVIII que antiguamente se encontraba localizada en la zona y se encuentra rodeada por soportales a los que se puede acceder a través de sus cinco entradas.

Accediendo desde el Paseo de Pereda nos encontramos con una escultura en honor a Pedro Velarde, uno de los héroes de la Guerra de la Independencia española nacido en Cantabria.

Los imponentes edificios que conforman la plaza acogen la Delegación de Gobierno de Cantabria, la Delegación de Hacienda, la Delegación de Defensa y Caja Cantabria.

Un mundo bajo sus pies

Durante las últimas obras de remodelación que se llevaron a cabo en la plaza se encontraron los restos arqueológicos de la antigua muralla medieval que protegía la ciudad y también se localizó un refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil que quedó sepultado tras el incendio de 1941.

Actualmente los dos se pueden visitar, ya que se han convertido en interesantes museos que narran la historia de la ciudad para mostrársela a sus visitantes y que sus habitantes no la olviden.

Uno de los lugares imprescindibles de Santander

La Plaza Porticada de Santander es un lugar de encuentro de turistas y locales, y, sin lugar a dudas, uno de los puntos clave a recorrer a la hora de descubrir el corazón de Santander para conocer la historia de la ciudad.