Faro de Cabo Mayor

Levantándose majestuoso sobre la costa para contemplar la bahía de Santander, el Faro de Cabo Mayor es uno de los lugares más emblemáticos de Santander y ofrece impresionantes vistas de los acantilados que lo rodean.

Echando la vista atrás

En 1776 los comerciantes de Santander comenzaron a pedir la construcción de un faro que permitiera el desarrollo del puerto. A pesar de este planteamiento, el proyecto no se haría realidad hasta más de 60 años después.

El Faro de Cabo Mayor levantó por primera vez su brillante mirada para guiar a los marineros en 1839. El lugar elegido para su construcción, conocido como el atalayón de Cabo Mayor, ya había sido utilizado anteriormente para hacer señales a los barcos con banderas y grandes fuegos.

Un paseo por el faro

El Faro de Cabo Mayor de Santander es un lugar cargado de magnetismo que ofrece una mágica perspectiva de la costa, por lo que para nosotros es uno de los lugares imprescindibles que ver en Santander.

Actualmente el faro alberga un centro artístico en el que se pueden visitar tres salas de exposiciones sobre las que se extienden dibujos y acuarelas inspirados en el mar.

Dejando el faro atrás, es posible adentrarse aún más en el Cantábrico recorriendo el Cabo Mayor hasta llegar su extremo para disfrutar de las vistas del agua rompiendo sobre sus escarpadas paredes moldeadas por el paso del tiempo.

Junto al faro se encuentra un restaurante con vistas al mar en el que merece la pena hacer un alto en el camino.

Cómo llegar hasta el Faro de Cabo Mayor

La gran mayoría de los visitantes del Faro de Cabo Mayor de Santander se desplazan hasta allí en coche, aunque también es posible llegar a pie recorriendo el paseo que comienza en la playa del Sardinero y rodea la costa.

Este paseo ofrece impresionantes vistas de los acantilados y resulta muy cómodo de recorrer, ya que no cuenta con grandes desniveles. Durante el sorprendente recorrido se pasa por algunos lugares de gran belleza, como el mirador de cabo Menor y la hermosa playa de Mataleñas.