Cueva de Altamira

Con más de 30.000 años de antigüedad, la Cueva de Altamira es uno de los yacimientos del Paleolítico más importantes del mundo, por lo que son muchos los que se refieren a ella como la Capilla Sixtina del arte rupestre.

Echando la vista atrás

La Cueva de Altamira fue habitada hace unos 22.000 años por el hombre prehistórico. Años después, la entrada de la cueva se derrumbó dejándola sellada, algo que permitiría que sus pinturas y grabados permanecieran ajenos al mundo conservándose en un estado excelente hasta que fuera descubierta por casualidad en 1868.

El descubrimiento de la cueva supondría un importante cambio en el concepto que se tenía del hombre prehistórico, que pasaría de ser un salvaje que se dedicaba a cazar, a un ser sensible y creativo.

Como ocurre muchas veces con los grandes descubrimientos, no todos estarían dispuestos a entenderlo, y mucho menos a aceptarlo, por lo que en un primer momento la comunidad científica negó en rotundo la autenticidad de los hallazgos.

Visita a la Cueva de Altamira

Actualmente solo pueden visitar la Cueva de Altamira original algunos afortunados, ya que cada semana se permite el acceso a solo cinco personas, elegidas por sorteo, y bajo unas estrictas condiciones.

Para disfrutar de la cueva sin deteriorarla se construyó una réplica exacta, conocida como la Neocueva, que se puede visitar a escasos metros de la cueva original.

La sorprendente cueva cuenta con una profundidad de unos 270 metros y se extiende de forma sencilla a modo de galería con escasas ramificaciones.

La zona del vestíbulo, antiguamente iluminada por la luz natural, fue el hogar de diferentes generaciones que se instalaron allí desde comienzos del Paleolítico superior. Esta zona era la más confortable de la cueva, y es aquí donde se encontraron las piezas arqueológicas que han ayudado a establecer las fechas y a entender la forma de vida de sus antiguos habitantes.

El espacio más amplio, donde se encuentran las principales excavaciones arqueológicas y las sorprendentes pinturas en el techo, es conocido como la Gran Sala y cuenta con unas dimensiones de unos 18 metros de largo por 9 de ancho.

Observando las pinturas, nos encontramos con cerca de 100 figuras bien definidas entre las que se pueden ver bisontes, ciervos, caballos o cabras. A medida que nos acercamos, nos encontramos con elementos cada vez más sorprendentes; los relieves de la cueva fueron utilizados para generar volúmenes en las figuras, la técnica del grabado presenta una gran perfección, y nos encontramos con escenas formadas por varias figuras.

Cómo llegar a las Cuevas de Altamira

En coche

El Museo de Altamira se encuentra situado junto a Santillana del Mar, por lo que el trayecto en coche desde Santander es de unos 30 minutos.

Si visitáis las cuevas por vuestra cuenta es recomendable comprar las entradas con antelación, ya que de este modo evitaréis hacer cola o quedaros sin entradas.

Si queréis reservar una visita guiada con las entradas incluidas, podéis hacerlo directamente a través de la web en este enlace:

Excursión a las Cuevas de Altamira

Si no tenéis coche, o preferís que os lleven, también tenéis la opción de reservar la excursión a las Cuevas de Altamira desde Santander, podéis ver toda la información y reservar en este enlace:

Horario

Desde mayo hasta octubre:
De martes a sábado de 9:30 a 20:00 horas.
Domingos y festivos de 9:30 a 15:00 horas.
Desde noviembre hasta abril:
De martes a sábado de 9:30 a 18:00 horas.
Domingos y festivos de 9:30 a 15:00 horas.

Precio

Adultos: 3 (3,20 US$)
Reducida: 1,50 (1,60 US$)
Menores de 18 años y mayores de 65: entrada gratuita.
Sábados a partir de las 14:00 horas y domingos todo el día: entrada gratuita.

Excursión a Altamira y Santillana del Mar 58 (61,40 US$)