Museo Marítimo del Cantábrico

El museo de un vistazo

El edificio, construido entre 1975 y 1978, se encuentra dividido en tres plantas estructuradas en torno a un patio central en el que se exponen las piezas más grandes y el orgullo del museo; los esqueletos de impresionantes ballenas que quedaron varadas en la costa cántabra.

Como no podía ser de otro modo, el museo se asoma al borde de la bahía de Santander para comenzar a contar el relato de la vida de los pescadores en el mar y continuar narrando la historia del Cantábrico. 

Las exposiciones del museo se dividen en cuatro secciones con exposiciones repletas de documentos, maquetas, fotografías y todo tipo de objetos que ayudan a explicar la historia del mar de un modo ameno y entretenido.

Una de las partes más sorprendentes del museo son sus impresionantes acuarios localizados en la planta baja, un espacio relajante que permite sumergirse en las profundidades del mar para conocer las diferentes especies que habitan en el Cantábrico, incluyendo algunos animales de gran tamaño como los tiburones y rayas.

Recomendable con niños

El Museo Marítimo del Cantábrico suele gustar mucho a sus visitantes, especialmente por sus impresionantes acuarios, y es recomendable sobre todo si tenéis pensado ir con niños.

Al igual que ocurre con otras atracciones turísticas de Santander, si vais a disfrutar de poco tiempo en la ciudad, tenéis que valorar si queréis dedicárselo al museo o a otros lugares.